
El punto más favorable fue la posibilidad de ver todos los encuentros gratuitamente y no tener que esperar hasta el domingo a la noche cuando se emitieran por Fútbol de Primera, programa que tenía la prioridad para exponer los resúmenes de los partidos.
Los primeros cotejos del campeonato se los repartieron entre cuatro señales emisoras: el propio Canal 7 (en su totalidad), Canal 26 (todavía sigue haciéndolo), América y Canal 9 (quienes ya no lo hacen). Debido a la poca habitualidad del personal de la emisora estatal para realizar una transmisión óptima de un partido, la calidad de las primeras rozó la mediocridad. En las mismas, se vio la poca habilidad por parte del director de cámaras para llegar a tiempo, repetir las jugadas clave y hasta a veces hacerlo en exceso. Tanto los periodistas con escasa experiencia en relatar para la televisión, como Marcelo Araujo, con una vasta trayectoria, confundieron constantemente los nombres de los jugadores.
En la décima fecha del Apertura ocurrieron dos errores que quedaron marcados en la memoria de muchos televidentes. El más leve, pero no por eso menos olvidable, fue el que cometió el relator Adrián Di Blasi en el encuentro entre Tigre y Argentinos Juniors, en Victoria. Néstor Ortigoza, volante del “Bicho”, era quien iba a patear el penal y el periodista anunció: “Se prepara para efectuar el tiro penal Leandro Lázzaro, el goleador de Tigre”. En la carrera del jugador en los doce pasos, el relator se dio cuenta de su equivocación, nombró al verdadero ejecutor y continuó con su labor. Este fue un claro ejemplo de nerviosismo y falta de experiencia de los ahora relatores televisivos.
Esa misma tarde, Arsenal y Gimnasia y Esgrima de La Plata jugaron en Sarandí previo al Superclásico. Canal 7 disponía de cámaras ubicadas estratégicamente en las cuales mostraban al estadio Monumental desde distintos ángulos; como desde un helicóptero y hasta desde un barco en el Río de La Plata. El entusiasmo de los directores de la emisora para exponer ante el público esta novedosa forma de mostrar de manera distinta el marco del River-Boca hizo que en reiteradas ocasiones se interrumpiera la transmisión del partido en Sarandí, para que el canal intentara lucirse con este nuevo método de vivir la previa del Superclásico.

No todo fue malo, ya que hay que tener en cuenta que la emisora estatal tuvo dos iniciativas que fueron de lo más rescatable en las transmisiones realizadas. Una de ellas fue el regreso de Araujo como relator, y de comentaristas experimentados como Alejandro Apo y Julio Ricardo, a pesar de su falta de dinámica. El otro acierto fue la aparición de ex jugadores tales como Norberto Alonso, Gustavo Barros Schelotto, Jorge Benítez y Daniel Bertoni, entre otros, para el análisis del juego; que con el tiempo dejaron de ser invitados. Igualmente, la idea de los directores de La Televisión Pública no fue para nada descabellada, ya que le dio un matiz diferente y un salto de clase a las observaciones de las jugadas clave en cada uno de los partidos.
En cuanto a las imágenes que se vieron en las primeras fechas, éstas no llegaron a tener el mismo nivel que tenía TyC Sports; este se destacaba por tener más cámaras y la mejor ubicación para captar las jugadas con el ángulo ideal. Estos errores fueron consecuencia de la improvisación y el poco tiempo que tuvo el canal estatal para preparar todo. Con el correr de los partidos se mejoraron notablemente las transmisiones, pero aún no se logró llegar a la perfección.
A su vez, el programa de Canal 13 conducido por Enrique Macaya Márquez tuvo que reestructurar su esquema. Se agregaron panelistas que analizan el juego y un segmento de entrevistas a cargo de Fernando Niembro. De todas maneras, se vio perjudicado ya que esto le generó al canal una impotante merma en el rating del domingo.
Otros de los grandes damnificados fueron los dueños de los bares. Se había hecho una costumbre argentina juntarse en estos lugares a observar los partidos por codificado desde el inicio de esta modalidad, en tanto que, quienes no lo abonaban no podían disfrutar del evento deportivo cómodamente desde sus hogares.
Fue un desatino tomar la medida de televisar la totalidad de los partidos en el canal estatal a sólo unos días del comienzo del torneo Apertura. Se sabía y, en las primeras fechas quedó en evidencia, que Canal 7 no estaba acostumbrado para transmitir tantos partidos de fútbol.
Más allá de los errores, lo más rescatable es que cada persona que desee ver el cotejo de su equipo de Primera división lo puede hacer gratuitamente y desde cualquier punto del país. Aunque sería mucho más positivo que los hinchas de los clubes del ascenso también pudieran disfrutar los encuentros por la emisora pública.
Por Fernando Cartamil
y Nicolás Natrone?
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